Cuando hablamos de desarrollo del talento en la empresa, no nos referimos solo a algo que mejora la cualificación profesional de nuestros empleados, sino también a algo que nos ayuda a generar beneficios. Dicho de otro modo: las empresas que cultivan el desarrollo del talento pueden ser mucho más competitivas en el mercado.
Esto es así porque partimos de la base de que los beneficios que una empresa obtiene son directamente proporcionales al talento de las personas que trabajan en ella. Sin esas personas, nuestro negocio no podría existir. Es por ello que debemos contribuir al máximo a su desarrollo, ya que este implica también un crecimiento para nuestra empresa.
En este post vamos a ver, en primer lugar, la relación entre el desarrollo del talento y la motivación para, a continuación, descubrir algunas fórmulas que nos ayudarán a cultivar el talento de nuestros empleados.
Como dijo Henry Ford, «tanto si quieres como si no, tienes razón». Aplicadas al caso que nos ocupa, estas palabras son de vital importancia si lo que queremos es cultivar el desarrollo del talento en nuestra empresa.
Todos y cada uno de nuestros empleados tienen sus propias aspiraciones y metas profesionales. Algunos ejemplos de ellas pueden ser:
Se trate de motivaciones extrínsecas o intrínsecas (no es objeto de este post explicar cuál es la motivación más recomendable), lo importante es que las conozcamos. Al conocerlas, podremos encauzar mucho mejor el desarrollo del talento en nuestros empleados. Por explicarlo de forma inversa: un empleado no motivado jamás podrá desarrollar su talento, ya que no contará con ninguna razón para hacerlo.
Ahora bien, una vez que nuestros trabajadores están motivados, ¿cómo podemos ayudarles a desarrollar su talento?
Especialistas en la gestión del talento.